Hemodiálisis: cuando el derecho a la salud se convierte en una urgencia vital
La hemodiálisis no es un tratamiento opcional. Es una necesidad médica urgente que literalmente mantiene con vida a quienes padecen insuficiencia renal crónica. Cada sesión sustituye la función de los riñones: limpia la sangre, elimina toxinas y equilibra los líquidos del cuerpo. Cuando se interrumpe —aunque sea por unos días— el cuerpo se intoxica, el corazón se debilita y la vida corre peligro. En México, miles de personas dependen del IMSS, ISSSTE o servicios estatales de salud para recibir su tratamiento tres veces por semana. Sin embargo, los retrasos, fallas en máquinas, falta de personal o desabasto de filtros pueden poner en riesgo inmediato a los pacientes.
“He visto pacientes al borde del colapso por falta de hemodiálisis. Presentamos el amparo en una tarde; al día siguiente, el juez ordenó su tratamiento inmediato. En menos de 24 horas ya estaba conectado a la máquina. Cada resolución judicial es esperanza hecha realidad".
Atención Inmediata
Tratamientos Urgentes
A través del juicio de Amparo, se solicita a un Juez Federal una suspensión del acto reclamado, orden judicial que obliga al hospital a restablecer de inmediato las sesiones de hemodiálisis. Esta medida se concede en cuestión de horas, porque está en juego el derecho a la vida y a la salud, protegido por el artículo 4º de la Constitución Federal.
Hemodiálisis: el Amparo que devuelve la esperanza
La hemodiálisis no es un tratamiento opcional. Es una necesidad médica urgente que literalmente mantiene con vida a quienes padecen insuficiencia renal crónica. Cada sesión sustituye la función de los riñones: limpia la sangre, elimina toxinas y equilibra los líquidos del cuerpo. Cuando se interrumpe —aunque sea por unos días— el cuerpo se intoxica, el corazón se debilita y la vida corre peligro.
En México, miles de personas dependen del IMSS, ISSSTE o servicios estatales de salud para recibir su tratamiento tres veces por semana. Sin embargo, los retrasos, fallas en máquinas, falta de personal o desabasto de filtros pueden poner en riesgo inmediato a los pacientes.
AmparoSalud actúa cuando las instituciones fallan.
A través del juicio de Amparo, se solicita a un juez federal una suspensión del acto reclamado, orden judicial que obliga al hospital a restablecer de inmediato las sesiones de hemodiálisis.
Esta medida se concede en cuestión de horas, porque está en juego el derecho a la vida y a la salud, protegido por el artículo 4º de la Constitución.
Cuando el hospital niega tu tratamiento: el Amparo como vía inmediata
Las razones por las que un paciente puede quedar sin tratamiento son muchas:
Fallas en la máquina o falta de filtros.
Reasignación de turnos que dejan fuera a varios pacientes.
“Mantenimiento” indefinido de las unidades de hemodiálisis.
Trámites administrativos que retrasan autorizaciones.
Aplicación del criterio: “primero diálisis, luego hemodiálisis”.
Para el sistema, puede parecer una demora más. Para el paciente, puede ser una sentencia de muerte. El Amparo permite revertir esa injusticia de forma inmediata.
Una vez que el equipo de AmparoSalud recibe la documentación médica y realiza la valoración socioeconómica, se elabora una demanda solicitando medida cautelar de suspensión de plano, prevista en la Ley de Amparo. Esto obliga al hospital a reanudar las sesiones de hemodiálisis en un plazo no mayor a 24 horas, incluso antes de que el juicio concluya.
La importancia médica y humana de la continuidad en la hemodiálisis
La insuficiencia renal crónica no tiene cura, pero la hemodiálisis permite una vida estable y funcional. Cada sesión filtra alrededor de 120 litros de sangre en cuatro horas, algo que los riñones enfermos ya no pueden hacer por sí mismos. Interrumpir el tratamiento provoca síntomas graves:
fatiga extrema, hinchazón, vómitos, dificultad para respirar y, en casos graves, paro cardíaco.
Por eso, los jueces federales suelen conceder la suspensión de manera inmediata: la omisión de brindar hemodiálisis equivale a poner en riesgo la vida misma. En la mayoría de los casos, una orden judicial basta para que las instituciones actúen con rapidez. Pero más allá del aspecto médico, la hemodiálisis implica también una lucha emocional. Pacientes que viajan kilómetros, que dependen de un turno fijo y que muchas veces sienten que su vida está a merced del sistema. Ahí entra AmparoSalud no solo como respaldo jurídico, sino también como acompañamiento humano.
Nuestro compromiso es que cada persona reciba el tratamiento que necesita, sin miedo, sin esperar meses, sin endeudarse en clínicas privadas.
